Somos nuestros hábitos. Lograr una buena salud física y emocional, sentirnos conformes con nuestra imagen y mantenernos saludables, va de la mano de nuestros hábitos que pueden modificarse incluso después los 50 años.
Nuestros hábitos pueden virar, modificarse, tambalear y asegurarse en cualquier momento de nuestra vida. Son contingentes y variables . Eso solo depende de qué decisión tomemos. Aunque para ello debemos saber cuál es la paleta de opciones de las que disponemos para mejorar nuestras rutinas, por ello es fundamental conocer cuáles son aquellas acciones que conforman las buenas costumbres.
Los 15 hábitos que mejoran nuestra salud luego de los 50 años
Para saber cuáles son esas rutinas más indicadas para transformar nuestras rutinas en buenos hábitos sin importar la edad que tengamos, existen algunas recomendaciones que ayudan a lograr resultados significativos. Estas estrategias van desde la actividad física, las comidas específicas que elegimos todos los días y los descansos que tomamos.
1. Incorporá más frutas y verduras en tu dieta
Las frutas y verduras son esenciales para una dieta equilibrada. Una colación, un desayuno o un postre con frutas es oportuno ya que son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, lo que no solo proporciona los nutrientes esenciales para el cuerpo, sino que también ayuda a mantener la saciedad y controlar el apetito.
2. No descuides tu peso pero tampoco te obsesiones
Mantener un seguimiento regular de tu peso te permite estar al tanto de cualquier cambio significativo. Estar atentos y prevenir cambios puede ser beneficioso ya que si se producen cambios en nuestro peso corporal, tomar cartas en el asunto es más sencillo cuando las modificaciones son mínimas. Sin embargo, esto no tiene que volverse una rutina de todos los días.
3. Agregá el entrenamiento de fuerza a tu rutina
El entrenamiento de fuerza es crucial para preservar la masa muscular, que tiende a disminuir con la edad. Además, aumenta el metabolismo basal, lo que significa que quemas más calorías en reposo. Incorporá ejercicios de fuerza, como levantamiento de pesas, al menos dos veces por semana.
4. Comé conscientemente
Comer conscientemente implica prestar atención a lo que estás comiendo y cómo lo estás comiendo. Masticá despacio, saboreá cada bocado y evitá distracciones como la televisión o el celular. Un truco sencillo consiste en dejar los cubiertos en el plato, lo que nos permite comer un poco más lento. Esto no solo mejora la digestión, sino que también te ayuda a disfrutar más de tus comidas y a reconocer cuándo estás lleno.
5. Tomá más agua
El agua es esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Ayuda a mantener la temperatura corporal, elimina toxinas y transporta nutrientes a las células. Además, en ocasiones, la sed se confunde con hambre, por lo que beber suficiente agua puede ayudarte a controlar el apetito y evitar la ingesta excesiva de calorías.
6. Usá legumbres como base de tu dieta
Las legumbres, como los porotos, las lentejas y los garbanzos, son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra y carbohidratos complejos. Estos alimentos promueven la saciedad y ayudan a controlar el peso, además de proporcionar nutrientes esenciales para la salud.
7. Dormí lo suficiente
El sueño adecuado es crucial para la salud en general, incluido el mantenimiento de un peso saludable. Durante el sueño, el cuerpo repara y regenera tejidos, y también regula las hormonas relacionadas con el hambre y la saciedad. Intentá dormir al menos 7-8 horas por noche para optimizar tu salud y bienestar.
8. Hacé yoga
El yoga mejora la flexibilidad y la fuerza muscular, como también puede reducir el estrés y mejorar la salud mental. La práctica regular de yoga puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede tener un impacto positivo en la pérdida de peso y el bienestar general.
9. Variá tus rutinas de ejercicio
Es importante incorporar una variedad de ejercicios en tu rutina para maximizar los beneficios para la salud y la pérdida de peso. Así, podrías mejorar la salud cardiovascular y la fuerza muscular. Podés realizar ejercicios cardiovasculares, como correr o nadar, entrenamientos de fuerza, como levantar pesas o hacer ejercicios con bandas de resistencia, o entrenamientos como pilates o yoga.
10. Practicá el ayuno intermitente
El ayuno intermitente es una estrategia que alterna períodos de ayuno con períodos de alimentación. Puede ayudar a controlar el peso, mejorar la sensibilidad a la insulina y promover la autofagia, un proceso celular de limpieza y reparación. Sin embargo, es importante consultar a un médico antes de comenzar cualquier régimen de ayuno, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
11. Evitá las bebidas azucaradas
Las bebidas azucaradas, como las gaseosas y los jugos de frutas procesados, son una fuente significativa de calorías vacías y azúcares añadidos. Sustituilas por agua, té verde sin azúcar o agua con rodajas de frutas para mantener hidratado tu cuerpo sin agregar calorías innecesarias.
12. Incorporá más frutos secos y semillas
Los frutos secos y las semillas son excelentes fuentes de grasas saludables, proteínas y fibra. Incorporarlos en tu dieta puede ayudarte a sentirte más lleno y satisfecho durante más tiempo, lo que puede ayudar en tus esfuerzos de pérdida de peso.
13. Revisá tus medicamentos
Algunos medicamentos pueden contribuir al aumento de peso como efecto secundario. Si notás un aumento inesperado de peso, consultá con tu médico para conversar sobre los efectos adversos de la medicación.
14. Seleccioná granos enteros sobre refinados
Los granos enteros son ricos en fibra y nutrientes, lo que los convierte en una opción más saludable que los granos refinados. Además, los granos enteros pueden ayudar a aumentar la quema de calorías y a mantener una buena salud digestiva.
Podés optar por:
QuinoaArroz integralAvena15. Consultá a profesionales
Un entrenador personal o un dietista pueden ofrecer guías personalizadas y efectivas para ayudarte a alcanzar tus metas de salud y peso. Pueden ayudarte a establecer objetivos realistas, desarrollar un plan de alimentación personalizado y proporcionarte el apoyo y la motivación necesarios para tener éxito en tu viaje hacia una vida más saludable.